No se realmente como explicarlo, es una sensación tan extraña, tan inevitable.
Que daría yo para que mis concejos surtieran efecto conmigo mismo, pero jamás he sido capaz de lograrlo. Mi vida continua, pero es extraño no poder definir lo que siento cuando llego a la universidad, menos mal existe gente muy divertida que ocupan mi mente con bromas y sonrisas, pero cuando ellos no están cerca de mi inmediatamente entro en comunicación con mi mente y mi espíritu, busco un lugar en donde pueda pensar al aire libre junto a un edificio de la universidad en donde me siento de la mejor forma posible para escribir por que a mi alma me lo esta exigiendo, y, aunque no tiene definido un tema solo comienzo con lo primero que se me ocurre, pero fu un párrafo pequeño que al finalizarlo con un punto aparte no se que mas decir, la gran incógnita de lo que siento no me permite definir nada.
Levante la cara y al momento en que alce la cabeza con totalidad, la mirada de mis ojos se perdió en las partículas del asfalto, solo me cuestione con intensidad que es esto que bloquea el flujo de mis ideas, que es esta sensación que a primera vista parece invisible, pero que al verla con los ojos de otra persona que apareció en aquel sitio y se acerco amistosamente para saludarme y consolarme con su mirada. Ella dijo: Pareces una persona cuando te veo de lejos y otra diferente ahora que te veo de cerca.
Fue difícil escuchar eso puesto que ello corrobora que algo me sucede… que es, no lo se.
Hace un tiempo atrás cuando mis ojos desbordaban rencor y soledad mí deseo era convertirme en un robot ya que para ellos, afortunadamente, “sentimientos” es solo una palabra. Ahora que estoy en este presente no quiero eso, deseo mis sentimientos conmigo pero no se el porque los quiero, no se como utilizarlos adecuadamente ya que mi cerebro le ha ordenado a mis pensamientos tomar vacaciones y sin ellos no puedo organizar los sentimientos.
Normal, tranquilo, frió… solo. Creo sin ninguna certeza que así es como me convierto cuando tengo el espacio para razonar, veo un libro a futuro, veo amigos, pero no me veo a mí. Caminando sin rumbo sobre las hojas secas que alguna vez fueron ilusiones, pasando al lado de dos árboles ya secos, sin hojas, ni esperanzas. Grandes árboles que en su momento fueron hermosos, llenos y llenos de ilusiones, de hojas verdes brillantes… El primero es un gran árbol que tuvo muchas hojas pero mi corazón siempre fue sincero y cada día que pasaba yo mismo fui arrancando hojitas hasta el día en que murió, luego pase al lado del segundo pero este me llamo mucho mas mi atención ya que fue en su tiempo un árbol que trascendía sobre lo hermoso, lleno de grandes hojas muy verdes, incluso llego a tener frutos deliciosos, frutos únicos en su estilo, a pesar de no ser tan alto como el anterior, comparados el pequeño opacaba al alto por enorme diferencia. Con el segundo árbol tuve especial cuidado, pues mi mayor ilusión era verlo enorme con el tiempo, sin embargo cuando tuve que dejar ese arbolito solo por unos días de viaje un bandido de las noches entro en mi huerto de amor y arranco sin ninguna pena todos los frutos que mi amado árbol me había dado… Para cuando llegue a verle de nuevo ya era demasiado tarde pues la mayoría de esas hojas estaban secas y gran parte yacían en el suelo. Fue tan triste verlo así y fue tan desastroso para mí ver que no pude hacer nada contra este atropello, observe de cerca y en las hojas que faltaban por caer se notaban las huellas del personaje que hurto en aquellas noches.
Llore demasiado frente aquel árbol, diría que nunca me había sentido así, pero no pude hacer mas por ese árbol, lo abrace y le dije que gracias por los momentos tan bellos que me hizo vivir, admito que desearía que una semilla de aquel árbol germinara en un futuro, pero eso no lo se, pues aquel suelo dejo de ser fértil, quizá pueda volver a serlo pero eso no lo se, el árbol es el único que lo sabe y murió de manera muy efímera frente a mis ojos.
Continuo este camino sin ningún otro árbol a la vista, con las hojas secas disminuyendo a cada paso, con un yo que se ira a descansar de tantas decepciones y otro yo que tomara ese lugar vació para no volver a permitir un daño similar, quien sabe hasta cuando, eso si no pienso cambiar solo estaré muy escondido dentro de mi, seré sincero con los que ya me conocen y mas con los que aprecio y me dieron la fuerza suficiente para dejar que mi ultimo árbol muriese en paz en mi interior.
Caminare sin rumbo hasta donde mis pies resistan y seguiré por este camino lleno de incertidumbre sin importar quien o que se atraviese en mi camino, yo solo… caminare.